Duermes sin darte cuenta
de que en cada una de tus esquinas
se forman precipicios.
Sólo yo sé la altura de esas caídas libres,
el dolor de cada desprendimiento
y la indefensa forma que tenía de mirarte antes.
Justo antes de tropezarme con el suelo.
Es importante darse cuenta de que para transmitir mucho, no hacen falta parrafadas eternas. Increíble que son 7 versos lo hayas dicho todo. Aunque ahora me sepa la boca a suelo...
ResponderEliminarHay sabores amargos que estropean todo el dulce de la vida.
EliminarQué se le va hacer.