Hoy he soñado que volvíamos al principio de todo.
Bueno, que él quería volver al principio de todo,
donde no éramos nada,
ni un nosotros,
ni un año y medio,
ni recuerdos.
El hueco que quedó dentro me abrazó en otro sueño,
dónde él estaba llorando por nosotros,
y yo no dejaba de acariciarle el pelo pidiendo que no se marchase.
Y en el sueño,
en ese sueño de pesadilla que me dejó hueca por dentro,
sólo podía pensar en acudir a la poesía para rellenarme,
para dejar de sentir el dolor que daba su abrazo roto,
sus labios lejos
y su tristeza tan cerca.
Hasta en aquella pesadilla donde él me decía que ya no quería formar parte de mi vida,
estaba la poesía.
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