Tengo una bonita manía de mandar un mensaje a las doce de la noche deseando un buen día.
Cuando sale ese cartelito anunciándote que es un nuevo día, ahí va mi mensaje.
Corto, preciso y escueto, con dos palabras siempre precedidas por una sonrisa y un correteo de dedos en el teclado.
Feliz lunes, o martes, o miércoles, o jueves, o viernes, o sábado, o domingo.
Hay algunos que se encuentran con las ganas de vivir por debajo de la corteza terrestre y entonces me contestan con esa pregunta retórica que tanto detesto: "¿Feliz?"
Si joder, feliz.
Estas respirando, estás viviendo. ¿Ese no es motivo suficiente para ser feliz?
Es lunes y puede que sea por que siempre veo el vaso medio lleno, por que estoy en verano y no tengo responsabilidades, por que madrugar no me saben tan mal, por que no me da pereza empezar la semana o por que las mañanas y las noches se vuelven igual de bonitas.
Por eso, queridos lectores, feliz lunes.
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