#Poesía 17

Que yo ya no soy una actriz secundaria de tu película,
y tú no eres el protagonista de mi vida. 

Que los papeles han cambiado, 
y por suerte 
tú no estás entre los nuevos actores
de los que ahora
depende la función.

Ahora las luces sólo se van a fijar en una actriz del escenario, 
los aplausos van a ir dedicados.
Que las rosas, 
los vítores
y el confeti
ya no te correponden.

Que no eres dueño del teatro,
aunque si lo eras de la farsa, 
y por más que sepa que durante algun tiempo
tú fuiste la estrella de la obra, 
se te ha acabado el turno,
el guión, 
y ese toque de encanto que tenías,
que por alguna razón 
me volvía loca.

Se te ha acabado la fama, 
la fortuna
y la suerte.

Tuviste la oportunidad de tener esas tres cosas,
triunfar, le llaman,
pero no supiste aprovecharla.
No es mi culpa que ahora
tú seas el que se está hecho mierda
y yo la que sonría sin ninguna excusa. 

A ver si así, 
a la siguiente va la vencida,
te lo piensas dos veces antes de cagarla
y aprendes que es duro mantener a las actrices buenas, 
pero que son indispensables para una buena obra. 

Qué pena que tú seas de esos que se quedan con los papeles secundarios
después de haber sido protagonista. 
Y qué suerte que yo sea todo lo contrario,
por que te juro
que no lo soportaría.


2 comentarios:

  1. Al final los que no son protagonistas, salen de la película, ley del cine y de la vida.

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    Respuestas
    1. Mejor.
      Ese cambio de reparto siempre es bueno.
      Hay que reciclar el papel para que otros artistas tengan la oportunidad de saltar al estrellato.

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