Me matas a versos,
me reconstruyes con poesía,
me cambias las reglas establecidas,
y me desvistes como la vida misma.
Pero te quedas a medias.
sin saber cómo seguir queriendo
sin saber qué hacer con tu vida,
y yo,
sin saber qué hacer con la mía.
Te quedas a medias,
y me dejas medio vestida
con las medias medio rotas
con la mitad de la sonrisa
que no sabe si estallar en carcajada
o acabar en un suspiro.
Y después de confesártelo todo,
de todas las maneras posibles,
después de dejarte la mitad de mi vida
en cada esquina de tus manos,
después de todo
me dejas a medias en la vida.
Y yo sin saber cómo vivir a medias
sin saber como seguir con las medias partidas,
sin saber cómo seguir queriendo,
ni siquiera mi propia vida.
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