Creo que uno de los mayores placer que siento cada vez que te veo,
es tener la libertad de abrazarte por la espalda.
Acercarme a ti sin que te des cuenta,
y encerrarte metafóricamente dentro de mi.
Siempre metafóricamente.
No quiero una relación-rutina,
que el amor se desgaste,
se corrompa
y estalle.
No quiero un amor en conserva que me diga hasta cuándo puedo consumirlo.
No quiero fechas de caducidad que me adelanten un después...
Un después...
....o que no haya un después contigo
No quiero sentirme obligada a quererte,
ni buscar tu mano por si decides marcharte.
No quiero besar con miedo
ni fingir un orgasmo.
No quiero estar en ese desequilibrio emocional
que desestabiliza mi vida
y cualquier vida.
No quiero ser péndulo ni caída libre.
No quiero ser derrotada por las circunstancias
ni explicar mis derrotas por esas circunstancias.
Te quiero a ti,
conmigo.
Te quiero así,
siendo libre y salvaje,
siendo la persona que quieres ser.
Te quiero a ti,
con todos los defectos que puedas tener,
con toda la historia que aún te falta por contar.
Quiero sentirme pequeña a tu lado,
que te creas gigante,
que creas que puedes vencerlo todo,
conmigo.
Quiero que decidas perderte,
pero nunca perderme
y acabar auto-encontrándote en el espacio que tengo reservado para ti,
en el Este de mis caderas,
en el "esta es a vida que quiero tener contigo".
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