Las mujeres somos de carne y hueso.
¡Sorpresa!
Tenemos manchas en la cara, lunares feos, granos y pelos en el entrecejo. Algunas tenemos hasta bigote.
Tenemos las tetas caídas y con estrías. A veces no salen las dos iguales y una es un par de tallas más grande que la otra. Los pezones pueden ser muy grandes o muy pequeños, muy claros o muy oscuros, pero están ahí a pesar de que Instagram lo niegue, lo oculte y lo censure.
Las mujeres también tenemos barrigas grandes, con michelines por los cuatro costados. No siempre tenemos la cinturita de avispa que venden los carteles de publicidad del Corte Inglés. Aunque también hay mujeres con cinturas de avispa y esas son, precisamente, las que salen en el anuncio del Corte Inglés.
Solemos tener más estrías en las caderas, en el culo, en los muslos e incluso detrás de las rodillas. Me gusta pensar que las estrías son los arañazos que nos hacemos luchando contra el patriarcado.
Tenemos el culo grande, las piernas gordas y unas pantorrillas que no lucen siempre bien. Tenemos el culo pequeño, las piernas delgadas y unas pantorrillas perfectas durante todo el año.
Y pelos. Tenemos pelos. Sorprendentemente, tenemos pelos donde nace el pelo de forma natural. En los dedos de los pies, en las piernas, en los sobacos, en el bigote y en el entrecejo. Tenemos pelo, a pesar de que los productos de depilación que salen por la tele escogen a chicas sin un solo pelo en las piernas.
Tenemos pelos y algunas nos depilamos y otras no lo hacemos.
También tenemos callos en los pies y durezas en los talones. A veces se nos olvida cortarnos, limarnos y pintarnos las uñas. A veces nos apetece cortarnos, limarnos y pintarnos las uñas.
Y sudamos, cagamos, estornudamos y nos sonamos los mocos.
Y nos tiramos pedos (no siempre pedos de princesita), nos huelen los sobacos, sangramos una vez al mes y nos salen granos.
Algunas mujeres tienen pene y barba.
Algunas mujeres no tienen tetas ni ovarios ni vagina.
Pero son mujeres.
Son Seres Humanos porque al final, después de todo lo que somos y lo que no somos, de lo que tenemos y de lo que no tenemos, las mujeres somos Seres Humanos.

Está genial hablar metafóricamente de la mujer y considerarnos seres perfectos.
Está genial dentro de la literatura, de la música o de los sueños.
Está genial siempre y cuando no nos olvidemos de las mujeres reales que hay detrás de todo eso, que no han pasado por el filtro de la perfección y son tal y como quieren ser (o por lo menos lo intenta).

"Las mujeres estamos hechas de carne y hueso, no de metáforas".