~él, ella, destino~

ELLA

Ansias. Ansias de que ese dia llege por fin, ese sábado tan esperado. Tenía ansias de verlo, de besarle, de abrazarle, de tocarle de nuevo, por que lo extrañaba, lo echaba de menos.¨
Era especial, distinto a todos, pensaba diferente, la tocaba diferente, la besaba y la miraba diferente.... Él era diferente.
Todo le gustaba de él. Su sonrisa, sus finos labios, las pequeñas orejas y esa nariz chiquita, que él asemejaba con la de un tiburón martillo... No pudo evitar la sonrisa al acordarse de ese detalle, la nariz, su pequeña y perfecta nariz, que ella tantas veces habia acariciado y tocado. Tabien su cuerpo, con el que se había fundido tantas y tantas noches, con el que encajaba perfectamente, con el que disfrutaba a oscuras, en silencio, tan solo oyendo las respiraciones de ambos. Todo en él era perfecto.


ÉL

La extrañaba, la echaba de menos, la deseaba entre sus manos y entre sus brazos, deseaba tocarle de nuevo, y olerle el pelo, deseaba besarla más que a nada en el mundo. Ella pensaba diferente. A pesar de su edad, era madura, extrañamente madura.
Todo le gustaba de ella, bajita, especialmente bajita. Siempre le habían gustado las bajitas. De sus propios labios salió una vez, que eran manejables, podias levantarlas y hacerles cosas, y lo mejor, te metias con las bajitas por ser bajitas, eso les enfadaba, y se picaban, cosa que no se arreglase con un beso. Tambien sus bonitos ojos marrones, expresivos y sinceros. Sí, todos los ojos son marrones, pero los de ella tenian algo diferente, y por supuesto, sus caderas y sus gluteos, perfectos, perfectos para pasar una noche con ellos, sin despegarse, una noche romámtica y llena de amor, una noche para hacer el amor, para crear amor.



DESTINO.

Eran demasiado perfectos. Se querán demasiado. Sentían mucho el uno por el otro, y eso me incordia, me incomoda, odio que la gente se ame tanto. Yo no conseguí a nadie que me amase así, nunca, y n voy a dejar que las personas se amen de esa manera. Nunca.


ÉL

Murió.



ELLA

Murió de pena.