Año nuevo.
El 2013 se acaba, y deja paso a los primeros días de 2014 que tímidamente, van apareciendo con los rayos del sol que se asoman cada mañana y empiezan a formar parte de nuestra vida, con un año más.
En enero se aprovecha para iniciar lo que durante los otros 11 meses del año se da por perdido...
Dejar un hábito, empezar otro...
Eliminar a gente de nuestras vidas o buscar a los que necesitamos....
Empezar a ahorrar, estudiar, buscar hijos, casa, trabajo..
El aire de enero y la fina llovizna trae a su vez una sensación de esperanza, una pequeña sonrisa y un brillo especial que nos adorna pero que poco a poco se va desgastando.
No sé vosotros, pero yo, cada vez que llega el 31 de diciembre, repaso mentalmente el año y el 1 de enero intento reciclarme y cambiar, aunque a los 15 días desisto y sigo como hasta entonces.
Inevitablemente he empezado el 2014 llorando y presiento que va a ser un pésimo año.
Espero equivocarme.
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