~Bonita infusión~

Calenté el agua en mi taza favorita. La saqué del microondas y le coloqué el saquito de la infusión de fresa.
Le eché una cuchara de azúcar y esperé. Me gustaba el sonido burbujeante de la reacción entre el agua muy caliente y la cuchara de azúcar. Poco a poco, la bolsa de té empezó a desteñir.
Salían de ella finos hilos de color rojo que iban bajando poco a poco, creando formas circulares y pequeñas espirales que luego se juntaban en el fondo de la taza en una capa de color.
Me encantaba ver como se coloreaba el agua.
Pasaba del blanco de la taza, a un bonito tono burdeo.
Jugaba con la bolsita. La sacaba de la taza y veía como las gotas de tinta caían en el agua, y formaban círculos perfectos. Luego la volvía a dejar y la movía de un lado a otro. Veía como se teñía el agua cada vez más rápidamente y como pasaba del transparente más puro al rojo más fuerte.
Era realmente precioso.
Cuando terminé, saqué la bolsita de té y la apreté contra la cuchara, sacándole hasta la última gota de agua que se escondía entre las hierbas.
Luego, podía quedarme minutos eternos mirando el vapor que salía y que formaba preciosas figuras de humo.
Era impresionante las formas que alcanzaba una simple infusión.
Desde las líneas de la tinta, hasta las espirales del agua evaporada.
Qué bonita es la realidad en los días nublados. ¿No?

6 comentarios:

  1. Preciosa percepción de la realidad. Pocas personas son capaces de disfrutar con cosas tan pequeñas y para muchos insignificantes. Sigue escribiendo así, se te da increíblemente bien.
    Un abrazo.

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    1. Jope, muchas gracias.
      Me alegra que te guste. Espero que te sirva para disfrutar de esas cosas efímeras que a veces, nos hacen más felices que las cosas grandes.
      Saludos.

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  2. El día a día está lleno de momentos bonitos que casi nunca nos paramos a observar. Algo tan sencillo como hacerse una infusión puede ser uno de ellos.

    Perfectamente descrito, muy evocador.

    Salud.

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    1. Deberíamos fijarnos mejor en las cosas pequeñas.
      Es una pena que detalles preciosos se nos escapen por la rapidez de la vida o el agobio del día a día.

      Muchas gracias<3

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  3. Vivimos en un mundo tan rápido y acelerado que no podemos apreciar la belleza de las pequeñas cosas. Es un don el de aquel que puede pararse, y mirar las cosas pequeñas como la hierba, los árboles, los charcos, sentir la brisa o simplemente la luz o colores. Todo eso indica que tienes una habilidad poco usual, además, no es sólo lo que ves, además lo escribes muy bien. Ánimo, a mucha gente le gusta cómo lo haces.

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    1. Muchísimas gracias por los ánimos.
      La verdad es que no era así. Vivía la vida sin tener en cuenta esas pequeñas cosas que nos hacen felices día a día.
      Me dije que no, que no podía seguir sumida en esa ignorancia. Tenía que aprender a vivir de nuevo.
      Si yo pude hacerlo, tú también.

      Muchos besos.

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