~Qué bonita es la lluvia~

Salí de casa con una sonrisa en los labios.
"Hoy es un buen día" pensé.
La mañana era oscura, fría y húmeda, y mis pasos resonaban en la calle solitaria y vacía.
No podía evitar los charcos que formaba la lluvia, y mis pies se mojaron irremediablemente. El agua me entró por los agujeros de los zapatos desgastados, traspasó mis calcetines y llegó hasta la planta del pie. No sé la razón, pero me reí.
Me parecía gracioso que se me hubiesen mojado los pies. Me gustaba el contacto del frio y mi risa resonó en el hueco de la escalera.
Me era imposible esquivar los charcos del suelo. Ni siquiera mis saltos alegres conseguían evitarlos.
Aún fue mejor, cuando bajé el último tramo de escaleras. El agua se había estancado en los escalones formando pequeños lagos que me mojaron aún más los calcetines.
Un escalofrío de felicidad me recorrió la espalda.
Inspiré el aire húmedo, y mis pulmones se llenaron de felicidad.
Qué bonita es la lluvia.

2 comentarios:

  1. Los días de lluvia tienen algo especial, mojarse es como volver a ser un niño :-)
    no había nada mejor que pisar charcos y llegar chorreando a casa.

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