~Hablemos de cadáveres~

Creo que las mujeres tenemos una especie de necesidad de dejar cadáveres sentimentales por ahí.

En realidad no es una necesidad literalmente, sino una especie de característica que desarrollamos en algún punto de nuestra vida y que luego explotamos sin darnos cuenta.
Lo he visto, lo he vivido y he sido protagonista de alguna historia así.

Nos encanta hablar con un chico, que nos preste atención, que quiera estar en todo momento con nosotras. Queremos que se enamoren para luego tener el placer de cerrarles las puertas en las narices, decirles que no, y dejarles con todas las ganas.
Nos gusta ser esa excepción que marca la diferencia, la que llega y rompe los esquemas de todo. Nos gusta ser la chica diferente y la que sobresalga en algún ámbito.
Nos encanta que nos digan que somos especiales.
Y como nos encanta, buscamos a gente que nos lo diga, que nos suba el ánimo, que nos desee. Amamos sentirnos queridas y protegidas por gente que luego no forma parte de nuestras vidas. Esa gente se convierten en cadáveres sentimentales dispuestos a dar hasta el alma por hacernos sonreír.
Yo lo he vivido, y sin darme cuenta, he creado esa especie de zombis de la forma más cruel posible.

Lo peor, es que luego esos chicos que se han enamorado de nosotras cambian de manera radical. Dejan de ser la persona con la que hablabas tanto, para convertirse en algo que no conoces: en un cadáver sentimental.
Y luego, son ellos los que nos hacen mierda a nosotras con cualquier gilipollez. Nosotras nos convertimos en cadáveres, y vuelta a empezar.