Bonito y jodido a partes iguales.

Qué bonito es el amor, y qué jodido resulta siempre.

No sé que le ha pasado a Cupido este mes.
Ha matado más de un corazón con un tiro certero en el centro y los ha hecho depender de otros corazones con la misma debilidad.
Y no os niego que es bonito. Es bonito ver que alguien te mira con la ilusión que había perdido. Que sonríe, grita y se emociona, que besa, abraza y camina de la mano por los pasillos de un instituto que aún no le pertenece.
Es precioso ver como alguien se olvida de todo lo que ha pasado, de como supera sus propios límites y de como cambia, poco a poco o de repente, pero cambia.

Esta chica de la que hablo ahora casi no llora.
Esta chica de la que hablo tiene un pelo muy rizado en el que cualquiera se pierde. Tiene unos ojos pequeños y de color miel que han pasado por muchas batallas y aunque lo oculten intentando esquivar miradas certeras, a veces sufren.
Esta chica de la que hablo es incapaz de odiar a nadie por que tiene un corazón de oro, y además, tiene el don de la escritura revoloteando entre los dedos.
Y lee, ama y sonríe de la única manera que sabe hacerlo.
El amor con ella es bonito (en realidad cualquier cosa con ella es bonita) y aún es más bonito sentarte a su lado una hora, o dos, o tres. Le ves cantar, dibujar y escribir. Le ves el perfecto perfil que tiene, la media sonrisa que se le forma y notas cómo se escurre en la silla cuando le preguntan en clase.
Recoge las piernas y se sienta sobre ellas, se toca los rizos  cuando está nerviosa y se recoge el pelo con lápices que luego da por perdidos

Y es bonita, igual que el amor, pero no tan jodida como resulta siempre.

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