Tengo un soplo en el corazón,
o taquicardia,
o arritmia
o algo que no sé definir ni sé de donde ha salido.
No sé lo que es exactamente pero está
y está doliendo.
He ido al cardiólogo quejándome del corazón.
Me ha hecho una cosa rara y el pitido era constante.
Mis ventrículos tienen el tamaño perfecto,
mis arterias no sufren,
la sangre está mejor que nunca
y todo son paranoias mías.
Pero me sigue doliendo.
Han pasado los años y me he dado cuenta que ese día fui al sitio equivocado
a hablar con la persona equivocada.
No era un médico quien me tenía que ayudar,
eras tú.
Me he dado cuenta de que ese dolor eras tú echándome de menos
y yo acordándome de ti,
que el amor duele,
excita,
atrapa,
engaña y mata,
pero al final es lo único que nos salva.
Por fin he entendido que las astillas del corazón no hay quien las saque,
están en su salsa rodeadas de sangre,
siendo sometidas al estancamiento en la carne
y deseando deshacerse en recuerdos.
Por mucho que nos autoengañemos diciendo que lo mejor es olvidarlo todo,
sabemos que lo peor es hacerlo.
Joder, como jode olvidar recuerdos.
Ojalá nunca me olvide de tí
ni de mi cuando estaba contigo
ni de todos esos momentos vividos siendo protagonistas del desmadre
y víctimas de la locura que es amar.
Joder, como jode que no estés conmigo.
Muy bueno, olvidar a veces cuesta más que aceptar lo que es, lo que era y ya no lo es.
ResponderEliminarAprovecho para comentarte que ahora también estamos en Facebook:
https://www.facebook.com/loquenogritamos
Un saludo!
Muchas gracias por comentar.
EliminarUn beso
Mi pobre corazón oxidado
ResponderEliminarTodos los corazones acaban igual de destrozados.
EliminarQue bonito :')
ResponderEliminarA veces cuestas olvidar a quien considerabas tu mundo...
Un besito
El mundo sigue girando y las personas tienen que seguir andando para no caerse. A veces la Ley de la Gravedad no nos salva, nos destroza.
EliminarUn beso