Me enamoro de tormentas.

Las tormentas son de los poetas y los melancólicos
que no tienen otra forma de amar
que no sea llorando.

Las noches y las tormentas son de los poetas y los melancólicos
que pagan por una copa entre las piernas de cualquiera
por que aún no han encontrado la musa que le rompa los versos y les quite las penas.

Yo me enamoro de personas que son tormenta.
Esas que hacen retumbar las paredes del alma,
que iluminan las calles en mitad de cualquier noche lluviosa
y que lloran, humedecen y encharcan
todos y cada uno de mis recovecos.
Y me hacen sentir viva.

Me enamoro de ese tipo de personas
por que soy gilipollas
y me gusta mojarme con las lágrimas de otros.

Me enamoro de tormentas
porque son las únicas que ponen el cielo gris
y consiguen que siga estando precioso.

No sé a quién coño se le ocurrió decir que cuando llueve los días son feos,
porque yo no he visto días más bonitos que estos.

Joder.
Te echo de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario