Anclas.

Había dos cosas de las que quería escribir hoy,
pero se me han olvidado nada más pensar en él.

Tengo miedo ¿sabéis?
Tengo miedo de que se vaya de mi vida por alguna razón,
tengo miedo de que me deje como todos los demás han hecho antes,
tengo miedo y por eso no puedo dejar de arañarle la espalda cada vez que hacemos el amor,
porque tengo miedo de que se vaya.
Esas uñas ancladas en su carne,
son una medida desesperada para pedirle que se quede conmigo.

Él es la forma más bonita de mi poesía,
y nunca había escrito siendo tan feliz.

Y cada vez que sonrío o me sonríe,
y cada vez que me abraza recomponiéndome desde dentro,
y cada vez que estallo de placer
o él se deshace en gemidos,
cada vez que nos hacemos querer un poquito más,
crece mi miedo a que me deje sola con los recuerdos de una vida a su lado.

Él otro día le pedí que me abrazase
y me puse a llorar como una cría                                       aunque creo que nunca he dejado de ser pequeña
porque su abrazo,
su mirada
y todo lo demás
me hacían llorar.

Joder, nunca he sido tan feliz.
Eso, amar siendo feliz, es la locura más bonita que he vivido.
Menos mal que él es el protagonista de todo mi desorden.


4 comentarios:

  1. "Eso, amar siendo feliz, es la locura más bonita que he vivido"
    Que hermoso sentimiento! me gustó cada palabra de lo que escribiste. Muy sentido y muy hermoso!!
    Un beso grande :))

    S.

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    1. ¡Muchísimas gracias! Es un placer tenerte por aquí de vez en cuando.

      Un besito.

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  2. A veces, en algunos textos tuyos que leo, encuentro un poquito de lo que está pasando en mi vida, y me sienta bien eso de sentirme identificada. Gracias por escribir cosas bonitas.

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