Lo nuestro no es romántico
porque todo lo romántico duele y hace sangrar.
Lo romántico hace escribir sufriendo
y te hace llorar versos callados.
Lo romántico crea la Femme Fatale y el Homme Fatale que destruyen y ensucian la palabra amor.
El romanticismo literario no es regalar flores y hacer poesía donde la palabra amor se repita en cada dos versos,
el romanticismo literario es escribir desde dentro y pensar que si esa persona no te ama,
tu mundo acaba donde termina su mirada.
El romanticismo literario es relacionar los sentimientos con la naturaleza y ver primavera cuando sonríes y tormentas cuando lloras. Es crear a un personaje sufridor, melancólico, suicida y amante, que ame de verdad y sufra por ello.
Lo de ahora no es romanticismo literario,
casi ni es poesía.
Las rosas de ahora,
los bombones,
las flores marchitas,
los libros de amor,
los atardeceres,
la poesía que ni siquiera tiene una métrica exacta,
el dolor,
el placer,
las caricias y las miradas,
no tienen nombre.
Por eso son excepcionales.
Todo eso no es romanticismo literario,
es romanticismo a secas,
es romántico si lleva una pizca de amor y muchas ganas de saltar al vacío.
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