Amor. ¿Quién no ha sentido eso? Ese cosquilleo por el
estómago cuando ves a esa persona especial, el rubor en las mejillas, la
aceleración del corazón cuando se te acerca, esas ganas de verle todos los
días, el deseo de estar con esa persona…
El amor no solo se resume en eso. El amor es algo más que
una burda descripción escrita en unos minutos. El amor, si nos ponemos
poéticos, es indescriptible.
Pero tener amor, es fácil. Muchos me contradiréis, pero no.
Digáis lo que digáis, conseguir el amor es fácil. No hace falta que nos
vallamos muy lejos, pensad en vosotros mismos. ¿No os queréis? ¿No sentís amor
hacia vosotros?
Pues yo si. Yo encontré al amor que me acompañará toda mi
vida. Me levanto con mi amor todos los días, duermo con él, vivo con él, como,
sueño, leo, estudio con él. Todo lo hago yo sola, y a la vez con mi amor. Con
el amor propio que tengo. Siento amor hacia mí, mi cuerpo, mi aspecto. Y ya,
dejando al lado el aspecto físico, los defectos, o las características que no
me gusten de mí, dejando todo eso a parte, me quiero, me valoro.
Desde aquí, hago un llamamiento a todo el mundo, a cada
persona de este país, de Europa, del mundo, hago un llamamiento para que se
enteren de que tienen amor en sus vidas, el amor propio que ellos sienten no se
lo va a dar ninguna otra persona, y por ello, valorémoslo. Querámonos a
nosotros mismos.
Por último, apunto que el 14 de Febrero no hace falta que
mandemos bombones, flores o cartas perfumadas (aunque nunca está de más). Propongo
que veamos este día como algo distinto, como un día especial para querernos a
nosotros mismos, y valorarnos tal y como somos. Porque el amor no siempre se
esconde tras un beso, o un abrazo. No tenemos que irnos tan lejos para
encontrarlo. Sólo levántese, acérquese a un espejo y mire. Ahí está el amor de
su vida. Ahí, estas tú.