~pasado perdido~

Durante todo el camino estuve observando a mi alrededor, marcando en mi mente cada uno de los rincones de ese pequeño bosque.
Los árboles eran altos, con grandes copas verdes y gruesos troncos rudos, y acariciaban el cielo despacito, con amor. Los matorrales se entrelazaban unos con otros y los caminos de tierra eran infinitos. Podríamos haber andando durante horas y horas, sin llegar a ninguna parte, tan sólo escuchando a la naturaleza que nos rodeaba. Algunas pequeñas flores se dispersaban por el suelo, al igual que las hojas y las piñas que caían continuamente de los árboles. La fría brisa nos azotaba el rostro, recordándonos que el verano acaba y que el otoño se acercaba poco a poco. Aún así, encontramos algunas blancas mariposas por el camino, volando y moviendo sus alas rápidamente, buscando un sitio en el que posarse.
Encontramos un gran caserón al final de uno de los caminos que habíamos seguido.
Era de piedra oscura y apenas se distinguía entre los troncos marrones de los árboles que lo rodeaban.
Me acerqué despacito a él, admirando cada milímetro de su antigua construcción , observando todos y cada uno de los rincones de su fachada y a su vez, imaginando las historias que sus paredes guardaban.
Pensé en los príncipes y princesas que se habían escapado de sus propios reinos del norte para instalarse en ese pequeño caserón alejado de toda civilización. Pensé en la historia que los podría haber unido, o separado. Imaginé caballos, sirvientes, criados, mayordomos, cocineros y damas de compañía rondando por los alrededores. Pensé en el tiempo que había pasado desde entonces y en todos los años que habían sucedido a esas historias. Me quedé embobada mirando ese pequeño palacio, y a su vez, escuchando todo lo que a mi alrededor había.
Los pájaros, el rumor del viento, el sonido de una cascada cercana... Todo era maravilloso.
Todo en conjunto me fascinaba, y no puedo negar que pensé en perderme y vivir allí, sola, tan solo yo y mis pensamientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario