~Entre la realidad y la fantasía~

Era por la mañana.
Ella seguía en el instituto, una de las últimas horas del día.
Deseaba que el día acabase, que llegase la tarde y disfrutar de la libertad de la tarde de un viernes.
Colocó la mochila encima de la mesa y se fue a ver a una amiga que hablaba unas mesas más alante con algunos amigos.
Cuando volvió se encontró un pingüino de papel encima del pupitre.
- ¿Te importa que te regale un pingüino por tu cumpleaños?
Ella sonrió y cogió el papel doblado. Luego miró al chico.
-¡Claro que no! ¿Por qué me iba a molestar?
La clase empezó y cada uno se volvió a su asiento.
Pasaron las horas, la noche sucedió al día, y el sábado pasó rápidamente, llevando a la chica aceleradamente al día de su cumpleaños.
A las pocas horas de despertarse, una visita se presentó en su casa con un paquete envuelto de color negro.
La chica lo abrió nerviosamente, con la sonrisa en el rostro y el corazón acelerado.
Dentro, un pingüino de peluche de color negro, gris y blanco, con unos ojos azules y un tacto encantador.
La chica sonrió y abrazó el peluche.
Se quedó mirando el techo de su habitación pensando en la ambigüedad de las situaciones.

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