¿Qué voy a decirte?
No puedo. De verdad que no puedo.
Desconfía de mí, ódiame si eso te parece satisfactorio, deja de hablarme, échame en cara todo lo que has renunciado por mí, dime lo que quieras y tómate como quieras lo que hago.
No me importa, ya nada me importa.
Puedes tratarme de niña inmadura, de superficial, de hija de puta, de jugadora perfecta de sentimientos, de ruin o arisca, pero por favor, no te enamores de mí.
Lamentablemente el amor es algo que no se elige, ni cuando sopla a favor ni cuando sopla en contra...
ResponderEliminarNo corresponder tampoco es un delito y nadie es hijo de puta o jugador porque no se haya despertado la llama...
Ains.
Pero si se puede evitar, y creo que me alejaré de él durante mucho tiempo.
EliminarNo cabe duda de que la protagonista es muy sincera pero no conseguirá alejarle. Los hombres enemorados son como las moscas que se pegan a la miel.
ResponderEliminarPero entonces, si no se pueden alejar, ¿cómo no hacer daño a un corazón que está a punto de romperse?
EliminarSi la cosa no tiene solución, ¿para qué preocuparse, y si la tiene, para qué preocuparse. Confucio. Besos
Eliminar