Literatura, poesía y Batania.

Hoy en día son muy pocos los que escriben y lo hacen con un toque de originalidad. Si nos pasamos por una librería cualquiera, veremos las últimas publicaciones del autor/autora del momento. La mayoría de estos libros tiene como tema principal la magia, los vampiros o el sexo, y muy pocos son los que se atreven a escribir algo nuevo. Uno de cada cien que se arriesga a escribir algo diferente puede redirigir su vida en dos direcciones; o salta a la fama y hará que ese nuevo tema sea usado por más escritores (por lo que dejará  de ser nuevo) o se queda más pobre, más solo y más decepcionado consigo mismo.

Si son pocos los que se arriesgan a escribir prosa en este mundo de tegnología, saber y racionalidad, mencionar a los poetas sería algo inaudito.
Todos sabemos que el tiempo vale oro. Sentarse a leer un poema conlleva tener unos minutos para comprender y poder concebri el significado total del mismo.
Muchas personas defienden que la poesía es una pérdida de tiempo (y tiene la total libertad de pensarlo) pero esto puede deberse a una falta de minutos e interés.
Naturalmente, a alguien que no le gusta leer y que nunca tocaría un libro por voluntad propia, no podemos obligarle a leer un poema y esperar que le guste.
Sin embargo, decir que "no tenemos tiempo" para leer una antología, pierde valor cuando pasamos tres horas enfrente de una pantalla. Al igual que tenemos tiempo para descargarnos la última actualización de Snapchat, o podemos pasarnos el nivel del Candy Crush en el que nos hemos quedado, podríamos leer a Neruda.
Es cierto que la tecnología ha ayudado muchísimo a que ciertos escritores salgan a la luz. El ejemplo más representativo y sonado ha sido Francisco de Paula (más conocido como Blue Jeans). Este escritor empezó su carrera literaria en la red, donde publicó casi todos los capítulos de su primera novela, Canciones para Paula. La única manera por la que los lectores podrían saber qué pasaría en el último capítulo de la historia, era comprando un ejemplar.
Este hombre supo utilizar la tecnología a su favor.
Otro campo que también se ha extendido mucho ha sido la creación de blogs y páginas webs para escribir. Plataformas como wordpress o blogspot han supuesto un gran avance para la literatura actual. Sin embargo la venta de libros ha decaído notablemente, arrastrando muchas editoriales y a un gran número de escritores. Por lo tanto podemos decir que la tecnología ha destrozado y ayudado a la poesía y prosa a partes iguales.
Socialmente, leer siempre ha estado relacionado estrechamente con pertenecer a un grupo social u otro.
Mientras los clásicos ratones de biblioteca, con gafas gigantes, montones de libros y ganas de leer, han sido los catalogados como pringados, otro grupo sale de fiesta, se droga, bebe y liga sin medida.
No hay punto medio y pertenecer a un grupo social u otro es vital.
Puede que esta idea haya evolucionado un poco, pero actualmente leer sigue siendo sinónimo de aislamiento social, por no mencionar (de nuevo) a la poesía.
Aún así, creo que la lírica es una forma de desarrollar la sensibilidad de una persona.
Leer a Mario Benedetti puede traernos consecuencias tales como la identificación, el recuerdo, y a veces, incluso el llanto.
Pienso que conseguir esa relación así con una persona que jamás has conocido en persona, sólo por los versos que escribe, es precioso.
También querría discutir contra los que dicen, defienden y apoyan eso de que escribir un poema es fácil.
Tendrían ellos que ponerse delante de un folio en blanco e intentar componer uno.
Los versos con rima abba, tetrasílabos, pentasílabos, hexasílabos, heptasílabos, octosílabos, eneasílabos, decasílabos, endecasílabos o alejandrinos; un soneto, un cuarteto, una lira, un acróstico, una égloga, un epitafio o un caligrama. Me gustaría verles tentar transmitir algún sentimiento con las palabras de un poema, sufrir el trastorno del folio en blanco y darle vueltas a una idea para que tenga el número exacto de sílabas.
Quisiera ver como afrontan todo lo que conlleva la poesía.

Por último, querría citar a Batania Neorrabioso, un poeta madrileño que denuncia el poco valor que se le da hoy en día a los recitales poéticos, por si ha quedado alguna duda en cuanto a la belleza y dificultad que conlleva escribir versos.


Cada día
se celebran
en Madrid
veinticinco recitales
de poesía para
nada
para nadie,
cada día se alzan
palabras a miles
en un globo naranja,
veinticinco poetas
tienden
sus poemas
en la ventana
y los versos
sacan los brazos
intentando
aferrarse
a algo,
a alguien,
pero no hay más
que vacío
más que
silencio
y los versos
heridos
van formando
charcos y dibujos
de calavera
que no se borran
hasta el anochecer;
postistas
garcilasistas
surrealistas
sociales
claroscuros
rilkeanos
cernudianos
bukowskianos
herméticos
descatalogados
de la experiencia
o de la inexperiencia
van lanzando
su flecha
hacia un blanco
que ya no existe,
que ya
no se entiende,
insisten
con sus silvas
romances
redondillas
villancicos
sextinas
o versos libres
de obediencias
pero nadie
quiere detenerse
a escucharlos
salvo padres
madres
primos
novias
amigos,
salvo locos
por contrato
y mendigos
con reloj.
La ciudad se llena
de pentasílabos
yambos
trocaicos
alejandrinos
estrambotes
metonimias
sinéresis
hipálages
pero es 
en vano
porque padecen
falta
de ojos,
padecen falta
de oídos,
los versos
se van acumulando
en las aceras
hasta que
las brigadas nocturnas
de limpieza
los recogen
uno a uno,
y por las prisas
algunos endecasílabos
pierden su acento
en sexta
y muchos sonetos
caen
en los vertederos
con solo
doce versos
de tristeza.

BATANIA / NEORRABIOSO, Veinticinco recitales al día en Madrid, La poesía ha vuelto y yo no tengo la culpa, Madrid, 2014, pág. 235-239

2 comentarios:

  1. Hace tiempo que no te dejo comentarios por aquí, supongo que porque llevo un tiempo bastante perezoso, y prefiero venir, leer, disfrutar y volver a marcharme como tal como vine.

    He de decir que es hermoso qué creas de ese modo en la poesía, que sientas que son algo más que palabras que uno deja caer sobre un papel, que reflejan sentimientos y sentidos, rumbos y direcciones.

    Has nombrado a Batania, y creo que él tiene gran parte de la culpa de que a mí me diera un día por coger un papel y empezar a escribir versos, supongo que nadie me llegó tanto como él ni me llamó la atención tanto como para acercarme a la poesía. Supongo que a raíz de este descubrimiento fue cuando empecé a descubrir a otros poetas y dejarme impregnar por la magia que conseguían crear en poco tiempo y espacio.

    Hace unas cuantas entradas me nombraste como referencia tuya junto a unos cuantos más. No puedo expresar lo que signifca que alguien te considere de esa forma, sólo puedo dejarte mi gratitud infinita y recordarte que sigues siendo mi apuesta de futuro más firme, escribiendo como escribes ahora no quiero ni imaginarte con 27, vas a ser arrolladora y mortal. Acuérdate de esto ;-) Y no es peloteo, ni lo necesitas ni te ayuda. Brillas con luz propia Celia.

    Un abrazo enorme.

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    1. No sabes bien lo que supone para mi vida que una persona a la que admiro tanto, como tú, venga, me escriba y se vaya como si nada.
      Tú eres una de las personas en las que se basa mi vida literaria, y no podía pasarte por alto.
      Ojalá eso que dices sobre la Celia dentro de 11 años sea verdad, pero mientras quiero disfrutar de gente tan increíble como tú.

      Un beso.

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