~El vestido, el puto vestido~

Las chicas, digáis lo que digáis, tenemos el día a día muy difícil.
Cuidado, no quiero hacer referencia a los temas feministas ni machistas, a las tareas de casa ni al cuidado de los niños.
Quiero hablar de algo que nos vuelve loca a todas. La ropa, la moda y todo lo que ello conlleva.

Tengo dieciséis años, curso mi último año de instituto y a mediados de junio me gradúo.
Desde principio de curso, es decir, desde septiembre, ya voy oyendo por ahí las discusiones por la pareja de la ceremonia, el destino del viaje de fin de curso, el sitio de la cena, quien se sentará con quien, quien llevará acompañante, quien será ese acompañante....
Pero nosotras, dejamos a un lado todo eso y nos centramos en algo que llega a ser mucho más difícil elegir: el vestido.

Desde SEPTIEMBRE (es decir, nueve meses antes del acontecimiento) ya voy oyendo la clase de vestidos que quiere ponerse cada una, la forma, el color, el escote, el peinado, los tacones, los adornos...

Empezamos por lo más simple, algo que normalmente todas tenemos claro, el color.
Tienes que fijarte en el tono de tu piel, en el color de tus ojos, en si estás morena o por el contrario luces de color blanco. Debes pensar en que sea único, en que ninguna otra chica lleve el mismo color del vestido, por que sino, todos tus intentos por destacar y ser la más guapa de la fiesta quedarían arruinados por el color del puto vestido.

Pero después, la cosa empieza a complicarse.
Luego viene la forma del vestido; si tiene escote con palabra de honor, en forma de barco o de corazón, si lleva tirantes, y si estos están sujetos al cuello o pasan por encima de los hombros si tiene la espalda tapada o descubierta. En ese último caso no te puedes poner cualquier sujetador. Debes comprarte los moldes de silicona que se pegan al pecho para que tu teta no tenga una forma rara. Te tienes que fijar en el color del sujetador para que este combine con el del vestido en el caso de que no se vea la parte de atrás.
Debes pensar si quieres un vestido ceñido o con vuelo, en si tiene la falda larga o corta, y si es corta, que no sea más de lo necesario y enseñe partes que no debe enseñar. Si se muestra el principio de la ropa interior, te llamarán guarra el resto de la noche, de las vacaciones, y quien sabe si el curso que viene lo seguirán haciendo.
Debes verte en el espejo, sentirte princesa de un reino al que llamas mundo y salir de la tienda con la idea de que estarás preciosa.
Pero eso, por mucho apoyo de tus amigas, tu madre o quien sea, no lo conseguirás hasta que encuentres EL vestido.
Cuando más o menos tenemos la forma, el color, el escote y el largo del vestido, vienen los zapatos.

No deben ser muy altos por que si te caes subiendo los escalones del escenario acabarás con una foto de tu culo sin vestido en todos los dispositivos móviles que haya activos en el momento.
Tampoco pueden ser muy bajos, por que si no quedarás por debajo del hombro de todas las que han decidido comprarse unos de 15 centímetros.
Tienes que elegir entre el tacón de aguja, los stylos, la cuña, zapatos de esparto, de tela, de terciopelo, con brillantes, con tachuelas, con cremalleras o flecos. Fíjate si son botas, botines, mocasines, bailarinas, tacones normales, zapatillas, tenis...
Dios, si alguien se presenta con tenis en la graduación será probablemente la persona más hortera y cutre de toda la ceremonia.

Imaginemos que después de todo el trabajo que conlleva elegir el vestido y los zapatos, tenemos que elegir peinado, maquillaje, complementos, y en algunos casos, hasta el tipo de uña de gel que quieren ponerse.

Pelo suelto, recogido, moño, coleta, trenza, semi-recogido...  Bolso, collares, pulseras, anillos.... Maquillaje leve, muy pintada, con colores oscuros, claros, brillantes, purpurina, pintalabios... QUE POR SU PUESTO, TIENEN QUE IR A JUEGO CON EL VESTIDO.

Si nos diesen un único modelo de vestido, con un único par de zapatos y una única opción de complementos y gama de colores, todo sería mucho más simple.
Algo así como elegir traje.
Lo único que me preocupa es la talla y el dinero.

2 comentarios:

  1. Hola! yo también escribo pero no en blog. Hace un mes que ya lo tengo, pero no lo utilizo porque paro en la U y siempre quise publicar mis ideas o alguna anecdota que me ocurra. Me gustaría charlar contigo. Me enseñarías a diseñar un blog así?.

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    1. ¡Por supuesto que te ayudaría!
      Si quieres hablar conmigo, puedes mandarme un email a celia.cabanas@gmail.com
      Te contestaré en cuanto lo lea!
      Y ánimo con tu blog, siempre cuesta arrancar.

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