Cuando el reloj grita

Veo día a día a personas con el tiempo tras los talones, 
que corren para correrse, 
que corren para amar, 
que corren para pasar aquel semáforo en ámbar, 
que corren huyendo del miedo. 

Veo día a día a personas con el tiempo anclado a sus muñecas, 
que dirigen su vida a partir de los minutos, 
que se ven más viejos y más maduros
por tener los segundos en la palma de su mano
trepando hasta su corazón. 

Veo día a día y hora tras hora, 
cómo el tiempo ha conseguido ganarle al placer, 
a la lentitud de un buen polvo, 
a la pausa para mirar al cielo, 
al stop de la autovía que solo te dice "ve más despacio que la vida está corriendo"

El otro día cambiaron los segundos de mi reloj, 
y vi lo volátil que era el tiempo, 
lo hijo de puta que se vuelve cuando estás disfrutando, 
lo rápido que pasa cuando estás empezando a amar. 

Tú y yo nos hemos posicionado en nuestro novenos mes, 
y no sé si gritar de miedo por lo rápido que se me está pasando la vida, 
o gritar de placer al ver que estoy contigo. 

No sé si encararme con los segundos que se encierran en los relojes
y obligarles a que se paren
o mirarte a los ojos y dejar que la vida pase. 
La vida es eso que pasa mientras te estoy amando. 

Nunca que me regaléis un reloj de pulsera
que no quiero oír como grita el tiempo con su tictac
ni quiero sentir como voy envejeciendo. 
Nunca me regaléis un reloj de pulsera
porque la vida es demasiado corta para fijarse en las manecillas de un reloj que no para de correr
segundo
segundo. 

Y
mientras
vamos
            mu 
                 rien
                       do...

1 comentario:

  1. La prisa es una enfermedad de este siglo...y la tenemos tan arraigada que no nos damos ni cuenta de que se nos están cayendo cosas por el camino...

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